G. Eliot: Las novelas tontas de ciertas damas novelistas


 

George Eliot: Las novelas tontas de ciertas damas novelistas.

Impedimenta, 2012. Traducción y prólogo de Gabriela Bustelo.

 

George Eliot no fue George Sand, aunque ambos fueron escritores y habitaron la Europa occidental del XIX (Inglaterra, Francia). Las dos también fueron mujeres publicadas bajo pseudónimo, leídas y respetadas por el establishment de su tiempo. Middlemarch, la obra cumbre de Eliot, se considera todavía hoy una de las mejores novelas en lengua inglesa.

 

Este escueto ensayo es una fina pica contra las novelas «de artimaña y confección» que dominaban las ventas de aquel tiempo. Al parecer, novelas superficiales, llenas de ornato y romance, escritas fundamentalmente por mujeres. A juicio de Eliot, estas obras no proceden «de una intensa labor sino de una intensa holganza», y tienden a confirmar «el prejuicio popular contra una educación femenina más sólida».

 

Eliot reprueba la simpleza y el alarde de unos logros literarios asentados en conocimientos mediocres y aboga por la autenticidad. No acusa a las mujeres ni defiende a los hombres, pero a los dos los llama a la responsabilidad: a no utilizar el arte para moralizar o endulzar, a ser adultos. Según ella —según él—, los escritores deben conformarse «con mostrar las cosas y las personas tal como son», y subraya que alguien verdaderamente culto «será una persona más sencilla y menos molesta». La literatura «no reparte información, sino comprensión».

 

En el constructo que somos, nos construimos. La excelencia literaria pide una voz propia, esfuerzo, riesgo, talento. Sesenta y dos páginas de goce lector.

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