I. Thays: Un lugar llamado Oreja de Perro

Iván Thays: Un lugar llamado Oreja de Perro
Anagrama.

Un periodista frente a las aburridas palabras. Un pueblo perdido y golpeado. Un hijo muerto. El dolor abierto de una separación.

Escribo con la garganta apretada. Dónde ubicar las decisiones absurdas que tomamos. De algún sitio remoto viene la mudez. El desamor sin desamor nos lleva al limbo de los muertos. Romper por carta. Romper a distancia. Decir, hacer. No saber qué. Al fondo: el penoso final, la nada punzante. No volver a enfrentarte, no volverte a ver.

Un lugar llamado Oreja... es una obra sobre el peso de la perra vida, ese rottweiler que cae sobre los hombros. Escenas impregnadas de llovizna. Palas de tierra sobre un cadáver ya enterrado. Tristeza dentro de la tristeza, «un naufragio dentro de otro». Lloras cuando te exprimen (cual esponja); pero cuando nada te estruja no derramas gota. 

El opuesto de la memoria no es la amnesia, es la ficción (sic), «una ficción en la que todo tendrá sentido». Siento frío en las tripas, el viejo quebranto. Esta novela me ha dejado rota. 

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